Sostengo la teoría de que los diseñadores de productos digitales somos arquitectos del entorno digital. Sin pretensiones de intrusión, simplemente encuentro muchos puntos comunes.
Ambas disciplinas crean espacios de uso y consumo que proponen experiencias para los usuarios. En los dos casos se lleva un proceso similar, es imprescindible explorar previamente el proyecto en profundidad; conocer las necesidades de los usuarios, los objetivos del producto, el contexto de uso, la ubicación, las aspiraciones y necesidades del cliente, etc.
También se hace una exploración visual, se buscan referencias e inspiración y se define una línea creativa o de diseño.
Es crucial considerar en la fase de diseño la forma en que los usuarios interactúan con el producto y cómo se verá y se sentirá al usarlo. Hay proyectos más experienciales, y los hay más funcionales.
En todos los casos se acota el proyecto al marco de las posibilidades económicas y el tiempo disponible. Y en ambas disciplinas, como no podría ser de otra forma, sigue sin resolverse el dilema entre diseño y arte.
Por otro lado, hay algunas diferencias fundamentales.
Es seductor cómo los arquitectos son capaces de jugar con las dimensiones, las luces, los materiales y formas para diseñar los espacios. Envidio las posibilidades que les brinda el diseño de entornos físicos.
Sin embargo, en los productos digitales la interacción es más directa, la conversación entre producto y usuario más estrecha. Y el gran punto: se puede moldear y adaptar al uso que finalmente le den los usuarios.
Si un proyecto arquitectónico se equivoca en la forma que estima que será usado, ya no hay marcha atrás. Pero nosotros, los diseñadores UX/UI, tenemos la oportunidad de hacerlo, de evolucionar aquello que hemos creado y acompañarlo a lo largo de su vida como un trabajo vivo, orgánico, que crece con su entorno y se adapta a él.
Qué maravilla.
En cualquier caso, esta disciplina, la arquitectura, tiene al menos 5.000 años de recorrido, así que sospecho que tendremos mucho que aprender de ella. Y nada más apasionante que beber de otras ramas, así que he preguntado a mis amigos y amigas arquitectos y esta es la recomendación de libros que me han sugerido para empezar (no todo es estrictamente arquitectura).
Elogio de la sombra - Junichiro Tanizaki
Dios lo ve - Oscar tusquets
Modos de ver - John Berger
Los ojos de la piel - Juhani Pallasma
Elogio de la luz - RTVE (Director Juan Manuel Martín de Blas)
Lo comparto con ustedes, para aquellos que puedan compartir esta inquietud. Yo aún no he decidido por dónde empezar… Ya les contaré.